Ahora que empiezan los desplazamientos con niños a la playa o montaña, os rogamos la mayor prudencia y seguridad para que nuestros hijos no sufran las consecuencias de un hipotético accidente. Quizá conocer los resultados de un Estudio elaborado por la Fundación Mapfre, sobre las Prioridades en España en la seguridad de los niños ocupantes de vehículos, os pueda resultar interesante. Estos son las principales conclusiones:
Este trabajo analiza las estadísticas relativas a los accidentes de tráfico en los que han resultado implicados niños de 0 a 14 años cuando viajaban como ocupantes de todo tipo de vehículos en España y a lo largo del periodo 2005-2008. El estudio incluye tanto a niños ilesos como a heridos o fallecidos.
El objetivo principal es describir las circunstancias en las que se producen dichos accidentes. El objetivo último, es que dicha información pueda ser utilizada en el futuro para el diseño o priorización de medidas de seguridad vial infantil.
Del análisis estadístico llevado a cabo para el estudio se establece que cerca del 80% de los niños ocupantes de vehículos implicados en accidentes de tráfico se desplazaban en turismos o furgonetas ligeras, mientras viajaban por motivos de ocio, por una carretera convencional con poco tráfico.
Además, el estudio revela que el 40% de los menores fallecieron cerca de su domicilio, en concreto a menos de 50 kilómetros del mismo, un hecho que resulta muy relevante si se tiene en cuenta que una de las excusas más utilizadas por los padres para no usar sillas infantiles es, precisamente, coger el coche para distancias cortas.
Gracias al estudio sabemos que cuatro de cada diez niños que perdieron la vida en un accidente de tráfico no utilizaba sistema de protección. No obstante, si todos los niños utilizasen sillistas homologadas los fallecimientos se reducirían un 20%. Por este motivo es vital que todos los niños ocupantes de vehículo realicen los viajes con la máxima protección aunque el viaje tenga una duración corta.
En caso de producirse un accidente de circulación, existe mayor probabilidad de que un niño resulte herido que si se tratase de un adulto. El porcentaje de niños que resultan ilesos es del 23% frente al 34% de los adultos, estos datos demuestran la vulnerabilidad de los niños cara a sufrir algún tipo de lesión. Sorprendentemente, uno de cada diez niños fallecidos tiene menos de un año de edad, lo que puede ser reflejo de la mayor fragilidad de los niños pequeños.
Igualmente, el estudio muestra que el accidente con víctimas infantiles se produce especialmente como consecuencia de una distracción del conductor que da lugar a una salida de la vía del vehículo. Además, la siniestralidad infantil es principalmente diurna, ya que el 70% de todos los niños fallecidos con edades comprendidas entre los 0 y 14 años sucede de día y en los meses de verano.
En cuanto a comunidades autónomas, encabezan con peores cifras de fallecidos y heridos graves son Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha y Catalunya. Por el contrario, las comunidades con menos accidentes mortales infantiles entre 2005 y 2008 son La Rioja, País Vasco, Extremadura y Cantabria.
Como conclusión se establece que por cada niño que fallece, otros siete resultan gravemente lesionados. Por este motivo, las actuaciones tienen que dirigirse tanto a la prevención de fallecidos como a la prevención de grandes lesionados o discapacitados.
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