Hoy hemos estado comentado un estudio que ha salido recientemente en la Revista Pediatrics, en la que se señala que ver los dibujos de «Bob Esponja» puede afectar al aprendizaje de los niños al crear un déficit de atención.
Investigando hemos podido comprobar que el estudio está realizado por la Universidad de Virginia, cuya directora ha sido la catedrática de psicología Angeline Lillard, sobre 60 niños de 4 años seleccionados al azar. Las pruebas consistieron en someter a un grupo de niños durante 9 minutos a ver «Bob Esponja» (dibujos de ritmo rápido) y a otro grupo a ver «Caillou» o que se dedicaran a dibujar (dibujos de ritmo más lento). Inmediatamente después los niños realizaron unas pruebas de función mental, dando como resultado que los niños que vieron «Bob Esponja» obtuvieron un rendimiento más bajo.
Hay que tomarlo con cautela, pues el tamaño del estudio es muy reducido, no se puede aplicar el estudio a niños mayores de 4 años, además no se hicieron pruebas anteriores a los niños que pudieran distorsionar los resultado, pero aún así parece ser que en cierta manera, lo que nos decían nuestros padres de que la «tele te atonta» toma consistencia científica. Parece ser que los programas rápidos no son los más adecuados (imaginamos que aquí estarán también los «Gormitis«), tal y como comenta un doctor, Dimitri Christakis, especialista en desarrollo infantil del Hospital Infantil de Seattle:
Lo que los niños miran tiene gran importancia, no se trata de cuánto tiempo miran
El portavoz de Nickelodeon, David Bittler, ha salido a la palestra refutando los resultados e indicando que los dibujos de «Bob Esponja» están dirigidos a niños de 6 a 11 años y no de 4 años.
No sé si será cierto o falso, pero es una buena excusa para ofreceros la oportunidad de que realicéis alguno de los planes que os proponemos.
Fuente de la noticia: Yahoo Noticias