Breve historia:
Cuando está acabando el verano, aprovechamos alguna de las escapadas al campo para recolectar moras con los niños. Es una práctica habitual en nuestra familia todos los años y nos abastecemos con 4 o 5 botes que duran todo el invierno.
No solamente solemos hacerlo con las moras, sino que también aprovechamos aquella fruta que nos sobra para hacer mermelada de otros sabores, como por ejemplo melocotones, albaricoques o ciruelas. El método de elaboración es el mismo, por lo que sabiendo preparar uno el resto es pan comido.
Es muy agradable ver cómo del trabajo propio que supone la recolección de la fruta, salen unos botes de mermelada caseros, mucho mejores y naturales que los comprados. Los niños lo agradecen e incluso muestran interés en probarlos.
Ingredientes:
Preparación:
Nota:
Para realizar cualquier mermelada se pone siempre el mismo peso de azúcar que de fruta.
Vídeo: