Durante las Navidades en Madrid se puede disfrutar con los niños del Tren de la Navidad en el Museo del Ferrocarril. Es un tren lleno de magia, en el que se respira el espíritu navideño, y un viaje en el tiempo, pues se realiza en coches de la década de 1920 carrozados en madera.
El tren efectúa su salida de la antigua estación de Delicias, sede del Museo del Ferrocarril. Durante el recorrido, los viajeros pueden disfrutar de una teatralización pensada especialmente para los niños, además de contar con la compañía de un Paje Real, que escucha las peticiones de los niños y recoge las cartas que quieran enviar a Sus Majestades de Oriente. El día 5 de enero, además, el tren tiene unos pasajeros muy especiales: los propios Reyes Magos, a quienes los niños pueden contarles sus deseos y entregarles sus cartas personalmente.
En la campaña de Navidad 2012-2013 la programación incluye dos recorridos diarios de alrededor de una hora y cuarto de duración cada uno entre el Museo del Ferrocarril y Pinto, con regreso al Museo, por la línea de Cercanías de Madrid, en un viaje inolvidable del que puede disfrutar toda la familia.
Primer tren: Salida del Museo del Ferrocarril 10:25 horas
Segundo tren: Salida del Museo del Ferrocarril 12:45 horas
Nota: El control de acceso se cerrará 5 minutos antes de la salida del tren
Adultos 11 euros
Niños (de 3 a 12 años) 8 euros
Los menores de 3 años (sin cumplir) viajan gratis si no ocupan asiento
Estos precios incluyen: Viajes en Tren Histórico, Animación teatral durante el viaje y presencia del Paje Real, Entrada al Museo del Ferrocarril
Compramos entradas para este viaje con toda la ilusión del mundo, pero ha resultado un fracaso y una decepción. Ni punto de comparación tiene que un tren recorra Madrid y el Pardo que un recorrido hasta “Pinto’ en el que el paisaje no puede ser más feo. La actuación de los actores aunque con buena voluntad resulta cutre para el precio de la entrada. Mi hijo no se ha aburrido porque hemos estado jugando con el, pero ha preguntado dos veces “cuando nos bajamos” eso dice bastante y yo tengo un cabreo del quince porque odio que nos estafen.
Como siempre en este país solo importa hacer caja, para que nos vamos a molestar en hacer algo bonito de verdad.
Por supuesto, no se lo recomiendo a nadie y voy a distribuir el mensaje donde pueda.
Está claro que tras la declaración de Virginia, pare más recomendable gastarse el dinero en otra cosa ; )